La skater de San Diego, referente y con reconocimiento como pionera en 2014, ha fallecido y dejado en las ruedas de su skate, un legado maravilloso para el deporte y para todas las mujeres del mundo.
El caso es que Ellen O’Neal -escrito también en muchos sitios como Ellen Oneal- fue una figura importantísima de la segunda generación de chicas que se convirtieron en skaters profesionales en los 70’s. Si en los 60’s las Laurie Turner, Wendy Bearer o Patti McGee habían puesto la semilla del patín femenino, la también conocida como ‘la madrina del skate’ fue de las encargadas de consolidar a las mujeres en este deporte y/o estilo de vida.
O’Neal empezó a patinar en el 75 con 16 años. Con tan solo un año de patín ya había conseguido el patrocinio de Gordon & Smith, Bennet Trucks y Vans. Luego añadiría a la lista Kryptonics y Hang Ten. Todo ello mientras se convertía en una de las primeras en ganar y subirse al podio en las primeras competiciones de skate. De hecho, fue 3ª y 2ª en los Skateboard World Championships de California en el 76 y el 77, respectivamente. Siempre por detrás de Ellen Berryman.

Más allá de la competición, Ellen O’Neal también se convirtió en un icono para el skate femenino por modificar maniobras con una gracia y uno estilo único, así como por sus fotos en la revista Skateboarder Magazine.
Además, su larga cabellera rubia y sus shorts aparecieron también en una película de culto como Skateboard (1978), en el papel de Jenny Bradshaw, junto a Leif Garrett y Tony Alva. Y destaca, también, su cameo en el capítulo The Skateboard Whiz de Wonder Woman.

Ellen fue en una de las primeras en subirse al podio en las primeras competiciones de skate y en los Skateboard World Championships de California en el 76 y el 77, y se convirtió en un icono para el skate femenino tanto por transformar maniobras con su gracia y estilo único como por sus fotos.